Harvey era un nuevo propietario de casa que disfrutaba enormemente de su hobby, es decir, de su motocicleta Harley Davidson. A Armando no se le ocurriría dejar su Harley fuera de la cochera, expuesta los daños del clima. Justo esa era la amenaza que tenía que enfrentar apenas tres meses después de mudarse a su nueva casa. Al parecer, algunos años atrás y por descuido, un dueño anterior de la propiedad construyó la cochera ocupando 70 centímetros del terreno vecino.

Temprano una mañana, luego de que el estruendoso sonido del motor de la motocicleta lo despertará, el vecino de Armando consideró la posibilidad de que la cochera estuviera sobre el borde de su propiedad. El día siguiente, Juan, el vecino, contactó a su perito.

Armando se sentía miserable hasta que encontró entre sus registros de compra la póliza de seguro de título. Afortunadamente, la amenaza de un desmantelamiento forzoso de su cochera porque se extendiera sobre terreno contiguo era un riesgo cubierto en la póliza de seguro de título de Armando.

Tanto Armando como Juan querían ser buenos vecinos, pero necesitaban una solución. Juan contactó a su abogado, quien redactó una demanda para el retiro de la cochera de Armando de su terreno. El asegurador de título fue notificado y sugirió una mediación de la disputa para evitar a todos frustración y gastos innecesarios. Por suerte, el mediador estructuró un acuerdo razonable que requería una buena cantidad de material aislante de sonido en la cochera, y respeto y cooperación vecinales entre Armando y Juan. Se permitió que la cochera siguiera ocupando el mismo lugar, se añadió el aislamiento de sonido a cargo del asegurador del título y se consiguió un ajuste de los limites de propiedad, también a cargo del asegurador. Armando y Juan podían ahora convivir sin problemas, gracias al seguro de título de Armando.