A Lorena le encantaba su nueva casa. Estaba especialmente agradecida porque el vendedor había reemplazado el techo parra que ella no tuviera que gastar dinero por la sorpresa de un techo con goteras. Había tenido ese problema en su casa anterior. Para su gran sorpresa, resultó que el vendedor nunca pagó al contratista que hizo el trabajo. La sorpresa se convirtió en frustración cuando el contratista aseguró que tenía un gravamen de contratista que podía ejecutar contra la nueva casa de Lorena.

Imagine el alivio de Lorena al averiguar que podía presentar el problema a su compañía aseguradora de título y dejar que ellos resolvieran todo el asunto. Tenía una Póliza Residencial ALTA integral que ofrecía cobertura contra estos reclamos. Su aseguradora contactó al contratista y después de unos meses de negociación el reclamo de derechos fue arreglado y resuelto. Al final, Lorena estaba segura y protegida bajo su nuevo techo y nunca tuvo que preocuparse innecesariamente por el reclamo de derechos de constructor.